LA FINCA DE LOS BOTIN Y SU JARDIN HISTÓRICO EN PUENTE SAN MIGUEL, DONDE SIN QUERERLO, ME ENCONTRE DENTRO
Gigantescos árboles centenarios que han crecido a su entera libertad: ese es el extraordinario patrimonio del Jardín Histórico de Puente San Miguel, en Cantabria. Hectáreas de parque donde las copas llegan hasta el suelo y el verde se declina en tantos colores como especies.
Tiene una extensión inicial de 2,14 hectáreas, siendo declarado en 1986 Bien de Interés Cultural con la categoría de jardín histórico, catalogación que se pretende aplicar a una finca con una superficie total de 27,86 hectáreas, dentro de la cual está el “arboretum” y una casona que data de 1900. Aqui, precisamente, esta tarde del último domingo de enero de 2016, aprovechado que estaba por Cerrazo, deje el coche en El Estanque y baje andando hasta los muros de la Finca de Botín en Puente San Miguel. Total que dando vueltas terminé en la parte más alta de la finca y sin darme cuenta estaba dentro, concretamente en la gran capilla que hay en la misma y que se ve en las fotos. (hay muchas cámaras, pero supongo que no me vieron como alguien sospechoso).
Realmente tenia la gran curiosidad de verla desde dentro, pisarla y mirar el lugar que, no ha mucho, fue noticia mundial y sus imágenes recorrieron todas las televisiones del planeta, al ser enterrado en ella D. Emilio Botín, bisnieto del creador de este maravilloso espacio, D. Marcelino Sanz de Sautuola, que hace 150 años plantó muchos de los ejemplares, autóctonos y exóticos, de lo que hoy se llama el jardín antiguo, y que volverán a verse, pero en gran pantalla y en televisiones, en cuanto se estrene la película “Altamira”, protagonizada por Antonio Banderas, en la que se relata el hallazgo de las cuevas de Altamira, cuando en el verano de 1879 , en una de sus múltiples excursiones, su hija María, de ocho años, le dijo al mirar al techo de la cueva en la que estaban “¡Mira, papá! ¡Bueyes pintados!” Acababa de descubrir pinturas de la Cueva de Altamira, considerada la Capilla Sixtina del arte rupestre.
La casona donde vivieron los creadores de la finca, y donde se puede ver el escudo heraldico de la familia Sanz de Sautuola
Los Sanz de Sautuola procedían de una familia de hidalgos montañeses propietarios del mayorazgo establecido en Puente San Miguel (con más de 300 años en la familia Sanz de Sautuola, y en cuya casona se aprecian talladas en piedra las armas heráldicas de los Sanz de Sautuola y de los Ortiz de Taranco, apellidos que detentaban los ascendientes del descubridor de la Cueva de Altamira). La casona aparece en una de las fotos que he colgado, sacadas esta tarde con oras sacadas de diferentes archivos web.
Capilla donde fue enterrado Emilo Botin iglesia propiedad de la familia Botín, y donde está el panteón familiar, donde reposan también los restos de su padre y su abuelo. (foto Jignape) y detalle de la puerta de entrada.
Dicho sea de paso, se le atribuye a D. Marcelino y su hija, aunque se han escuchado otras versiones que dicen otra cosa, en concreto, recuerdo al padre trapense Patricio, un irlandés que vivió muchos años en el convento de Cobreces, estudioso e historiador, muy peculiar y popular por qué venia a Torrelavega en bici con la sotana remangada, pues bien, tuve la oportunidad de entrevistarle hace ya algunos años, estando la emisora en La Llama y contundentemente dijo que no fue como se ha propagado e instaurado como verdad, la versión que da como descubridor a Botín y hay alguna mas, pero no viene al caso. Su figura, la de D Marcelino, protagonizara la película, Altamira!
Aquí dejo algunas de las fotos, volveré de visita, pero por el cauce normal, solicitando vez para hacerlo y en primavera que estará más bonita.
En la web “tuinen.es” se describe muy bien lo que es esta fantástica finca de
la familia Botín en Puente San Miguel que he descrito de forma muy superficial.
El respeto a los
árboles que expresa este magnífico jardín se remonta a tiempos de
Santiago Sanz de Sautuola, que a mediados del siglo XIX escribía
Conspiración de los jardineros contra los árboles. “¿No se
podrá corregir el manejo y maña de estos mutiladores de hoz y cuchilla
que son los causantes de que no veamos árboles sino en pintura?’, se preguntaba.
¿A que no le falta razón y estamos pensando en las podas-mutilaciones que se hacen en Torrelavega u otras muchas ciudades?
Santiago Sanz de Sautuola escribió a mediados del S XIX “El hierro en la mano,cortan y podan; creen ellos que para que se disfrute del aire. Que dejen los árboles a la altura natural, con robustas quimas, o brazos, que son como alas y regeneran la naturaleza…”. ”El magnífico arborétum de Puente San Miguel que han hecho posible sus descendientes, las distintas generaciones de la familia Sanz de Sautuola-Botín, es su ideal realizado”.-
Continuará… en otro momento. Tras la visita al Jardin Histórico, en primavera.
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Breves datos de la familia Sanz de Sautuola, cuyo
tronco principal está enraizado en Puente San Miguel, justo la .finca,
descrita someramente.
* Santiago Sanz de Sautuola contrajo matrimonio con Gertrudis de la
Pedrueca y Velarde, teniendo un hijo en 1831, Marcelino Sanz de Sautuola
y Pedrueca.** Marcelino Sanz de Sautuola y Pedrueca, nació en Santander e 2 de junio de 1831 y falleció el 2 de junio de 1888. Se le atribuye el descubrimiento de las Cuevas de Altamira, pero la pista principal se la dio su hija María quien encontró las pinturas de la Gran Sala y así aparece en el libro “el bisonte mágico”.(que se verá próximamente en la película Altamira)
*** Por su hija, María Justina Sanz de Sautuola y Escalante, es bisabuelo de Emilio Botín (Emilio Botín Sanz de Sautuola y García de los Ríos), que fue presidente del Banco Santander y Fundación Botín.
**** Sus padres fueron Emilio Botín Sanz de Sautuola López y Ana María García de los Ríos. Era, por lo tanto, bisnieto, nieto, sobrino, hijo, hermano y padre de banqueros.
*****Los Sanz de Sautuola procedían de una familia de hidalgos montañeses propietarios del mayorazgo establecido en Puente San Miguel (con más de 300 años en la familia Sanz de Sautuola, y en cuya casona se aprecian talladas en piedra las armas heráldicas de los Sanz de Sautuola y de los Ortiz de Taranco, apellidos que detentaban los ascendientes del descubridor de la Cueva de Altamira.