En
la mañana de este sábado 6 de junio, con la presencia de la Alcaldesa,
Lidia Ruiz y varios concejales del Ayuntamiento de Torrelavega, asi como
miembros del Grupo Quercus y vecinos de la ciudad, se presento al
público el resultado de la labor de restauración realizada por el
Ayuntamiento, en un acto en el que el miembro de Quercus, Tomas
Bustamante explicó el motivo del mismo, dirigiendo unas palabras, la
alcaldesa de la ciudad.
El Ayuntamiento de Torrelavega y el Grupo
de Opinión Quercus han impulsado la restauración de la lápida del ex
alcalde Julián Ceballos Campuzano en el Cementerio de Geloria, en La
Llama, lugar este donde personajes relevantes de la Torrelavega del
siglo XIX están enterrados, como médicos, abogados o comerciantes cuyos
nombres han dado la denominación a calles y avenidas de la ciudad pero,
cuyas tumbas, con el paso del tiempo, se han ido deteriorando, e
incluso en algún caso, están perdidas en algún lugar de este campo santo
que es un libro de la historia de Torrelavega.
Por este motivo, 'Quercus' presentó un proyecto al Ayuntamiento para rehabilitar esta instalación, en virtud del cual, hace algún tiempo, se rehabilitó la tumba del Barón de Peramola, que costeó la propia familia. Y ahora se ha llevado a cabo la rehabilitación integral de la tumba de Julián Ceballos Campuzano (1816- 1876), quien fuera alcalde de la ciudad en tres ocasiones, que ha costeado el Ayuntamiento debido a que esta institución es la encargada de su mantenimiento, al morir éste sin descendientes.
Así lo han explicó Tomas Bustamante, miembro del
Grupo Quercus y autor del libro 'El Cementerio de Geloria, en la Villa
de Torrelavega' en el transcurso de un acto celebrado en el el Salón de
Plenos del Ayuntamiento de Torrelavega, el pasado jueves 4 de junio en
el que participo el historiador y profesor de historia contemporánea,
Miguel Angel Sanchez.
En esta charla-conferencia fue explicado el
proyecto 'Geloria', en la figura de Julián Ceballos , siendo
complementado por Miguel Ángel Sánchez quien contextualizó y habló de
Torrelavega a mediados del siglo XIX.
JULIAN CEBALLOS
CAMPUZANO (Torrelavega 1816 – 1876)
Algunos datos de la biografía de este ilustre torrelaveguense,
facilitados por el miembro del Grupo Quercus y autor del libro 'El
Cementerio de Geloria, en la Villa de Torrelavega' Tomas Bustamante Gómez
para realizar esta reseña, y que forman parte del trabajo que publicará tras el
verano, titulado “La historia
de una calle en el siglo XIX”.
Julián Ceballos, con 16 años,
entra como cadete del batallón
provincial de Laredo, pero su vocación militar le lleva a los pocos días, a alistarse en el Batallón de Burgos
Su carrera como militar se desarrolla en el ejército
de tierra, donde pasó por los siguientes cargos: Soldado de Milicias y Cadete
de Milicias; tras su primer año pasa a ser Subteniente de Milicias; continuando
su ascensión, en 1835 es Teniente de Milicias; al año siguiente Capitán de
Milicias; en 1840 Capitán y con grado de Comandante de Infantería y por último
en 1848, Comandante, con grado de Teniente Coronel.
Deja el ejército de tierra en
junio de 1852, después de haberle servido durante poco mas de 20 años,
habiendo desarrollado su carrera militar en destinos como el Batallón de
Santander, en el de Burgos y el de Pamplona hasta pasar al primer Batallón de
la reserva y después a situación de remplazo. Obtuvo, entre otras
condecoraciones, la de Benemérito de la Patria, por la defensa de Bilbao y la
Cruz de San Fernando 1ª clase, por la defensa de las provincias Vascongadas y
la de Caballero de la orden de Isabel II”.
Con 36 años e instalado en la vida civil en
Torrelavega, da el paso a la actividad política, lo que ejerce con acierto, ya
que obtuvo la presidencia de la Corporación Municipal en tres ocasiones. A los
45 años, en 1861, sustituye como alcalde a Francisco Manuel Obregón hasta que
1865 le remplaza Facundo Revilla. Más adelante en el año 1868 se turnan en la
alcaldía por este orden Antonio Ruiz de Villa, Julián Ceballos y Alfonso Manso.
Y en 1869 vuelve a la alcaldía hasta que al año siguiente es nuevamente sustituido por Alfonso Manso.
Además fue Diputado provincial.
Además de lo anterior, hay que reflejar que un año
antes de su fallecimiento Julián Ceballos aparece, junto a otros torrelaveguenses,
como promotor del periódico que fuera decano de la Prensa de Cantabria, ‘El
Impulsor’, aportando su ayuda económica.
En la esfera empresarial o de los
negocios, fue miembro de Consejo del Ferrocarril de Isabel II, de Alar a
Santander, sin cuyo concurso no hubiera pasado por Torrelavega, a lo que dedicó
sus esfuerzos e influencias para conseguir mejoras en la vital infraestructura
ferroviaria que nos uniría con Madrid.
De Julián Ceballos se puede decir
que fue uno de los mayores defensores de la causa de Torrelavega para la que usaba
todo su poder y su influencia debido a su posición y relaciones, para favorecer
el progreso de su villa.
En recuerdo de tan noble
antepasado, por su trayectoria personal y pública y sus servicios a Torrelavega,
a los pocos días de fallecer el ayuntamiento decidió dar su nombre a una de las
calles, más céntrica y transitadas de la ciudad, “En memoria del ilustre hijo de
esta Villa cuya muerte se llora y en justo tributo de gratitud por los grandes
y desinteresados servicios que prestó al pueblo que le vio nacer”.
El acto de nombramiento de la
calle Julián Ceballos, nombre que ostenta en la actualidad, tuvo lugar el 26 de
Febrero de 1876, y 139 años después de su fallecimiento sigue siendo una de las
vías más importantes, dedicada a una
figura que contribuyo de forma destacada a hacer grande Torrelavega.
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