En Luang Prabang fuimos a las 5:30 de la mañana a ver al cortejo de monjes que desde todos los templos salen a pedir limosna cada dia. Las señoras mayores sobre todo les ponen un poquito de comida en una cesta que llevan colgada al hombro a cambio de su bendicion.
Es un ritual precioso, tan solo entorpecido por algun guiri maleducado e irrespetuoso. Despues fuimos al mercado de la mañana: color y exotismo. Vimos una serpiente en venta, ranas vivas, peces que saltaban del mostrador, fruta y verdura de todo tipo, la mayoria desconocida para nosotros, animales vivos, unos conocidos y otros rarisimos… En este pais el lema de Todo lo que corre, nada o vuela…A la cazuela! esta a la orden del dia.
Otro dia un señor adorable nos llevo rio arriba a visitar las cuevas de Pak Ou. Son unas cuevas preciosas donde hay mas de siete mil estatuas de Buda. A la vuelta vimos como una serpiente aventurera atravesaba con gran esfuerzo el rio…
Quedan pendientes de esta cronica el viaje a Phonsavan y la llanura de las jarras, unos posibles tumulus o enterramientos funerarios prehistoricos alucinantes (Que me gusta una piedra!) rodeados de crateres producidos por las bombas de los americanos durante la Guerra de Vietnam (Esta zona fronteriza fue masacrada) Todo el mundo tiene restos de granadas, bombas de racimo, obuses con los que han hecho bancos, maceteros, etc. Impresiona ver la cantidad de equipos locales e internacionales todavia limpiando los campos de minas. Es peligrosisimo salirse de los caminos señalizados.
Hago una parada en este viaje por el Sudeste Asiatico, para esperar la 3ª de las cronicas de Jesus A. Peña, Antonio Pitalua y La Chica. Sigo esperando que envien alguna foto suya, mientras yo pongo (por aquello de ilustrar con una imagen, lo que se dice con 1000 palabras) fotos del particular archivo de Jignape.
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