lunes, 19 de marzo de 2012

Ciuco Gutierrez: Siria está en mi memoria

Ciuco Gutierrez (1956. Torrelavega -Cantabria). acaba de colgar en su blog, el siguiente post que reproduzco y que titula: Siria está en mi memoria.
Como escribio Ramon Mayrata en 'Fotografiar la emoción ...'Quizás no sea ocioso decir que la memoria es justamente la protagonista de esta serie de fotografías. El resultado es la crónica de un viaje, de sus momentos de intensidad y conmoción, desde una distancia que gradualmente se disuelve, como si un hierro al rojo vivo los reavivara. Al extender las fotografías en aquel espacio vacío que había sido mi casa, se desplegaron, sinuosas y brillantes como sedas de colores,...'
En el año 2000 fui invitado por el Instituto Cervantes a representar a España en unos encuentros de fotografía en Alepo (Siria). Para mi fue el encuentro iniciático con el Medio Oriente. Regresé fascinado y sin ninguna foto (entonces no llevaba cámara a los viajes).

Tres años después recibí una llamada del Ministerio de Cultura en la que se me pidió imágenes mías realizadas en Siria para que formaran parte de una exposición que iba a itinerar por diversas sedes de los Institutos Cervantes. Participamos Fernando Herraez, Pablo Pérez Minguez y yo.

Como no tenía fotos, intenté reproducir en mi estudio la memoria emocional de aquél maravilloso e inolvidable viaje.

Dedicado a todos los sirios que están padeciendo el abuso y el terror.
Al atardecer contemplé como un jinete cabalgaba dando vueltas sin parar con un palmeral al fondo. La luz era rosada. 2003
Cuando llegué al desierto esperaba encontrarme una edificación de adobe debajo de unas palmeras con un camello en la puerta. 2003
Me imaginé a una Zenobia exótica, adorada y muy admirada. 2003
Ví amanecer entre las ruinas de Palmira. 2003
Y cuando casi tocaba el cielo pude divisar la maravillosa ciudad que se encontraba a mis pies, Aleppo. 2003
El amigo de Ciuco, el escritor Ramón Mayrata, gran conocedor de la zona, le escribió este texto

Fotografiar la emoción (fragmento) Ramón Mayrata

El arqueólogo Javier Ruiz me anunció: Visitarás diez ciudades sorprendentes. Nos encontrábamos en el Monte Casio desde donde se domina la ciudad de Damasco. Estás contemplando la primera de ellas, añadió. En tiempos diferentes los ojos de Ciuco Gutiérrez y los míos compartieron aquella primera visión: Anochece y no es la oscuridad sino la luz quien se tiende sobre las colinas: una inquieta diadema de destellos, cuya belleza oculta más que muestra. La ciudad se extravía como en un bosque en el insólito fulgor verde de sus muchos alminares. Como si fuera por primera vez vuelvo a contemplar esa unión improbable del cielo con la tierra en la foto inicial del viaje de Ciuco. Como si fuera por primera vez quizás porque entonces, porque jamás, la fotografió. Las fotografías de Ciuco Gutiérrez no son disparos sobre la realidad, sino preguntas acerca de la realidad. ¿Qué es lo que oculta la belleza, el resplandor, la luz cegadora de la noche de Damasco que acecha como un inmenso telón amarillo, verde, azul y negro en la fotografía? El murmullo de lo que queda de Oriente:: la algarabía voluptuosa de los vendedores que exponían sus mercancías entre las ruinas del propileo del templo de Júpiter; el bullicio de las multitudes que atravesaban la explanada de la mezquita de los Omeyas: la indiferencia de los cuerpos erosionados que como en la sala de espera de un médico aguardaban el socorro de la cocina del restaurante de Abu Azid, donde esa noche, cuando el alcohol circulaba en abundancia, en medio de un público apasionado y, también, entre políticos impasibles y guardaespaldas. flemáticos, bailaron los giróvagos, los mawla wiyya o derviches danzantes, que decían poseer el secreto del universo En la inverosímil intensidad de la vida del zoco Hamidiyé de Damasco o en el sopor medieval del zoco de Alepo al que se refiere otra de sus fotografías, al traspasar la cortina de luz y penetrar por una de las puertas de la muralla de la ciudad, el presente se topa y reúne con el pasado de manera orgánica, a través de la convivencia abigarrada de cosas, materiales, escalas, perspectivas distintas, ajenas al orden de prelación que impuso Occidente desde el renacimiento. El zoco de Alepo en la noche y sus calles estrechas conducen a otro tiempo: el de las pisadas del hombre que pasa y tarda horas en recorrer unas decenas de metros, el de las nubes que cruzan sin pisadas la superficie de la alberca, el de la suavidad de la madera que absorbe los terremotos, el del ritmo de la tela que asoma en el telar como un chisporroteo, el de la pared negra junto al alminar blanco, el del pájaro de alas rojas que revolotea en la higuera verde, el de la telaraña coloreada por el cristal rojo de la ventana del antiguo almacén de tabacos. Todo ello está allí, aunque nunca fue fotografiado, sino conjurado en el encuentro no sólo fortuito, pero también fortuito, entre un burro de juguete y un edificio de jabón Encuentro que como la piedra al mojarse aviva su color. Uno de los rasgos que singulariza a Ciuco Gutiérrez como fotógrafo es que sabe que aquello que contempla comparecerá en sus fotografías por cauces misteriosos, indirectos, en ocasiones inesperados. A través de los pequeños objetos que limitan la trascendencia del significado y lo gradúan y a través de las emociones. Por ello puede desplazarse atento a los lugares que recorre, a los instantes que suceden, despreocupado de la cámara. "No suelo hacer fotos en los viajes. Cuando las hago no dejan de ser meros recuerdos, sin ninguna intención añadida que les pueda dar un carácter más trascendente que eso, el mero recuerdo personal. - me escribía en la nota que acompañaba al envío de sus fotografías, que yo leí en una casa totalmente embalada, a punto de iniciar un traslado a otro lugar, en la que el cartón, el papel de burbujas y las gruesas mantas confinaban los objetos y velaban las imágenes que me habían acompañado a lo largo de los últimos cinco años, - Sin embargo, me gusta viajar y vivir el viaje, sobre todo el viaje de las pequeñas cosas, de los momentos, de las emociones encontradas en los nuevos lugares, los nuevos paisajes recién descubiertos. Cuando viajamos o vivimos, gozamos y sufrimos sin más, sin que nuestros dedos precisen una pluma o una máquina de fotos para acompañar a nuestras emociones. La impresión de la emoción recién sobrevenida es demasiado viva y nos impide asimilarla y transformarla. Las fotografías de Ciuco Gutiérrez de su viaje a Siria son posteriores a su viaje, porque nacen como poemas - parafraseo a Wordsworth - de la emoción recordada en la tranquilidad. Para ello recrea las sensaciones fugitivas, el itinerario sentimental y emotivo, en un pequeño escenario que retiene el encanto de las linternas mágicas y los teatrillos de sombras y evoca irremediablemente los teatros de la memoria, en los que se asociaba cada imagen a un lugar. Quizás no sea ocioso decir que la memoria es justamente la protagonista de esta serie de fotografías. El resultado es la crónica de un viaje, de sus momentos de intensidad y conmoción, desde una distancia que gradualmente se disuelve, como si un hierro al rojo vivo los reavivara. Al extender las fotografías en aquel espacio vacío que había sido mi casa, se desplegaron, sinuosas y brillantes como sedas de colores, sobre los bloques de cajas, los fardos y los muebles embozados. El conjunto poseía una peculiar incandescencia.. Siria, sin otro perfil que el fuego de un sentimiento, que se muestra a tientas a través de los pequeños objetos a los que ha convertido en su espejo.

jueves, 15 de marzo de 2012

Torrelavega se prepara para recibir los 'coches electricos'

Muchos torrelaveguenses nos hemos parado, al ver como se hacía una gran y llamativa (color rojo) pintada en el suelo, justo en el paso de peatones a unos pocos metros de la parada del Torrebus, en la calle Julian Ceballos, junto al Bulevar Demetrio Herrero. Al final la he vuelto a ver, ya terminada, y se trata de la señalización de una plaza reservada, para vehículo eléctrico, habilitada para que este pueda recargar sus baterías.

A través del Diario Montañés, me he podido enterar que la empresa eléctrica E.ON, es quien lo ha propuesto y puesto en marcha, convirtiéndose de esta manera en el primer punte de recarga para vehículos eléctricos de nuestra ciudad.

Esto ha sido posible tras el acuerdo entre el Ayuntamiento y la citada compañía, con el fin de promover la implantación en la ciudad de medidas de movilidad con este tipo de energía.

También y a través de esta medio de comunicación, nos hemos enterado que el alcalde, Ildefonso Calderón, conduce habitualmente el coche eléctrico que donó recientemente un empresario torrelaveguense al Ayuntamiento. = = = = = = = =

Había algo en esta noticia que no me terminaba de convencer y es la parte final de la misma, en la que se dice …el coche eléctrico que donó recientemente un empresario torrelaveguense al Ayuntamiento. Pues no me aclaro mucho de si es regalo, ni donación o cesión, según he leído en la Web municipal ‘torrelavega.es’, se dice que:

Citroen ha cedido al Ayuntamiento, sin ningún coste, este innovador turismo que no contamina. Completándose el titular con la siguiente información…No contamina, no consume gasolina y no hace ruido. Esas son las características del nuevo coche eléctrico del que podrá disponer el Ayuntamiento de Torrelavega y que es fruto del interés puesto por el alcalde en promocionar un medio de locomoción práctico y no contaminante, 'lo que necesitamos en la ciudad'.

Se trata del primer coche eléctrico que hay en Torrelavega y el décimo que se ha vendido este año en toda España. El concesionario torrelaveguenses de Citroen 'José Emilio Criado' entregó el novedoso vehículo al alcalde a Ildefonso Calderón que ha expresado su satisfacción por este regalo que según sus propias palabras plasma 'hacia donde debe de caminar esta ciudad, hacia la optimización de recursos, el ahorro energético y económico y la reducción de la contaminación'.

El responsable del concesionario ha asegurado que este coche eléctrico puede rodar hasta 200 kilómetros sin repostar y para recargarlo lo único que se requiere es un enchufe para conectar el propio cargador que incorpora el turismo.

El regidor municipal ha agradecido al propio Emilio Criado, presente en el acto, que se ha desarrollado ante la mirada de multitud de ciudadanos y de otros miembros municipales y de la corporación, 'la deferencia que ha tenido con nosotros al cedernos este coche'.

Esa es la noticia que tiene una parte que produce algunos interrogantes:

1.- ¿No hay un código que desaconseja y no se si prohíbe, el aceptar regalos a los alcaldes y concejales, además de diputados, senadores, etc... ??? No esta tan lejos el caso judicial, precisamente por el regalos de unos trajes.

2.- Ahora se dirá que el regalo es para el Ayuntamiento. Bien. ¿Cual es protocolo que se ha seguido? Toda donación lo tiene.

3.- Otra cuestión que me planteo: Si es un regalo, donación o como figure, que nadie lo ha explicado ¿Quien es el responsable de lo que le pase al vehículo o lo que el vehículo pueda producir?

4.- La ultima pregunta que se me ocurre, por ahora ¿Por que tienen que ser el Alcalde el que lo lleve o utilice? Las motos eléctricas pasaron al servicio de la Policía Local y supongo que este coche pasara a algún otro servicio municipal que no el de su utilización por el Alcalde.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Ramón Maruri: El gobierno está creando la sociedad del miedo.

Una frase absolutamente definitoria sobre la acción política del Partido Popular, pronunciada por el Profesor de la Universidad de Cantabria, Ramon Maruri: ''...el gobierno esta creando una sociedad del miedo, incluso en el trabajo, para que nadie proteste.''//
Ramón Maruri Villanueva ha sido nombrado miembro de la Real Academia de la Historia como académico correspondiente en Santander. La dist...inción reconoce los méritos de este experto en Historia Moderna en el ámbito de la investigación histórica. Para aquellos que no sepan o conozcan al profesor Maruri, estos son algunos apuntes que conservo, de la entrevista que le realice hace unos años: Su investigación se ha centrado fundamentalmente hacia la historia social, de las mentalidades y de la cultura en Cantabria y España durante el siglo XVIII y en la transición del Antiguo Régimen a la sociedad liberal.
Académicamente Ramón Maruri ha estado vinculado, desde sus comienzos, a la Universidad de Cantabria, en la que se licenció en Filosofía y Letras, sección “Historia”, en 1982, y a la que se incorpora seguidamente como profesor encargado de curso.Obtuvo el Premio Extraordinario de Licenciatura y en 1987 se doctoró y accedinedo, por oposición, a la plaza de profesor titular de Universidad de Historia Moderna quedando adscrito al Departamento de Historia Moderna y Contemporánea, en donde continúa desarrollando sus tareas docentes e investigadoras.