De la web rtve.es, extracto un interesante artículo firmado por su enviado especial en Sao Paulo, Alberto Fernandez, en el que nos cuenta, algo que ya se viene diciendo desde un tiempo a esta parte y es que, dice, "Brasil va en serio y quiere que todo el mundo se entere: no criminalizará al internauta, no seguirá a pies juntillas lo que diga ninguna sociedad de autores y creadores y pretende atraer la inversión mundial como el paraíso del software abierto en su nueva ley de derechos de autor." Y este es, ciertamente, el quid de la cuestión, el futuro de Red, mal que les pese a SGAE, Editoriales Dicográficas o Literarias.
Dilma Rousseff, candidata a sustituir a Lula da Silva en la Presidencia de Brasil, dijo a todo el que quiso escucharla, y eran muchos de todo el mundo, que ... "En un país como Brasil, Internet tiene que ser un derecho". Tambien recalcó que "la banda ancha debe llegar a todos, incluso a los mas pobres, aunque no sea rentable"...
No debemos olvidar que Brasil es toda una potencia emergente, con gran influencia en la América Latina, incluso mas allá de este continente y sus ideas y pretensiones en este tema de Internet estan adquiriendo proyección mundial, por ejemplo, pretende llevar al parlamento un proyecto de ley el próximo mes de marzo que incluya como puntos fuertes que se considere la copia privada un derecho básico, que se compense a los autores por los derechos de autor en Internet con los beneficios económicos que genera a las empresas este área de negocio y que se libere el material descatalogado para el uso público.
La ley brasileña actual proteger los derechos de autor más tiempo aún que el establecido por los tratados internacionales. Además, contempla que se puedan tomar acciones judiciales por bajarse películas o música, e incluso impide que los estudiantes se hagan copias de obras de referencia en la Universidad, según el Gobierno brasileño.
Esta propueseta esta ñprovocando un dujro enfrentamientocon la Sociedad que gestiona los derechos de Autor en Brasil (como SGAE española), pero parece ser que el Gobierno de Brasil va en serio y no tiene intención de ceder. Lula no opta ni por canon digital ni por el cierre rápido de webs que compartan contenidos protegidos, quiere una fiscalización de los beneficios que logran los actores implicados en el negocio, incluida la SGAE brasileña,con la que tiene un enfrentamiento abierto. "La asociación de músicos se ha transformado en una institución con poca transparencia, tiene un poder de restricción de los derechos muy fuerte. Es casi una Policía, recuerda a los antiguos estados estalinistas", denuncia.
La balanza comercial de las industrias culturales brasileñas es deficitaria y con la generalización de Internet sin trabas legales, el ejecutivo de Lula espera revertir esta situación. Por eso, considera que, a medio y largo plazo, a las 'telecos' les conviene dar una parte de sus beneficios -se habla de un canon a proveedores y distribuidores del servicio que vaya a parar a los creadores.
La medida tiene un mensaje internacional claro: Brasil quiere colocarse a la vanguardia en legislación de derechos de autor para atraer todo un mercado de empresas tecnológicas extranjeras.
"Será la ley más progresista en materia de derechos de autor", ha reconocido Larry Lessig, uno de los fundadores de Creative Commons, profesor de Harvard y conferenciante estrella del día. "Estamos deseando que los gobiernos del siglo XXI se den cuenta de que la gente del siglo XXI quiere ser capaz de compartir sus contenidos", subraya Lessig.
El debate es muy interesante y se prepara una nueva revolución dentro de internet.
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