Ante la Commemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto (27 enero)
El respeto de los derechos humanos de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión, es uno de los mandatos fundamentales previstos en laCarta Fundacional de la ONU. Al inaugurar el Museo de la Historia del Holocausto en Yad Vashem (Israel) en marzo de 2005, el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, recordó que "la repulsa al genocidio, al asesinato sistemático de seis millones de judíos y millones de otras personas fue también uno de los factores que promovieron la Declaración Universal de Derechos Humanos". El Secretario General agregó que "las Naciones Unidas tienen la responsabilidad sagrada de combatir el odio y la intolerancia". Si las Naciones Unidas no están a la vanguardia de la lucha contra el antisemitismo y otras formas de racismo, niegan su historia y socavan su futuro. Es el momento de extender e incluir con claridad, en la celebración de este Día a otros pueblos que vienen sufriendo, ante la impasibilidad de la ONU y sus resoluciones, el odio y la intolerancia, caso del Pueblo Palestino.
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