El Grupo de Opinión Quercus realizó, este pasado sábado 13 de noviembre 2010, una visita guiada a la Fundación Comillas, en la villa cantabra del mismo nombre, con el objeto de conocer y ver in situ los avances y estado de la restauración del grandioso edificio que, en su día, fue Seminario y posteriormente Universidad Pontificia de Comillas y que tras ser adquirido, (encontrándose ya en un estado lamentable y prácticamente ruinoso por falta de mantenimiento) primero por Caja Cantabria y años después por el Gobierno Regional, ha pasado a ser objeto de gran proyecto, cuya meta es ser la sede (de hecho ya lo es) de un centro de excelencia dedicado a la promoción y enseñanza especializada de la lengua y culturas hispánicas, con proyección internacional.
Vista general de la facha principal del que fue Seminario Mayor
de la Universidad Pontifícia de Comillas
En este 2010, se habrán cumplido 128 años del inicio de las obras del Seminario (1883), por encargo del I Marqués de Comillas , Antonio López y López, a la Compañía de Jesús. Ese mismo año se produce su prematura muerte, lo que supuso un momento de desconcierto y algunas dificultades económicas, que ocasionaron el estancamiento y replanteo de proyecto de Joan Martorell; proyecto que no obstante, saldrá adelante gracias al nuevo mecenazgo de su segundo hijo y sucesor, Claudio López Brú, II Marques de Comillas.
El edificio neogótico-mudéjar de Martorell era monumental, pero austero en cuanto a su decoración, como correspondía a su finalidad: albergar a unos doscientos seminaristas procedentes de familias pobres.
La Fundación Comillas o, en su denominación oficial, Fundación Comillas del Español y la Cultura Hispánica, es una organización privada sin ánimo de lucro, creada en 2005. La sede de la Fundación está ubicada en el Seminario Mayor del antiguo edificio de la Universidad Pontificia de de Comillas (actualmente en obras de restauración y acondicionamiento), en la localidad del mismo nombre, en la Comunidad Autónoma de Cantabria-España.
Tras ser recibidos por Mariló Alonso que había preparado la visita de Quercus, nos trasmitió los saludos del Director de la Fundación Comillas que había dispuesto el poder visitar estancias que habitualmente no se enseñan al público, cruzamos la increíble y fastuosa Puerta de las Virtudes, entrando al vestíbulo principal de la sede la Fundación Comillas. donde una guía oficial nos fue relatando los pormenores de este magno y ya recuperado edificio, para orgullo de los cantabros y disfrute de los visitantes.
En cuanto a su historia y a grandes rasgos reflejar lo escrito por Enrique Campuzano, historiador del Arte y Luis Alberto Alonso arquitecto. Ambos forman parte del equi
po director de la restauración de este edificio, sede de la Universidad Pontificia de Comillas.
... va a ser la intervención de un nuevo arquitecto, Lluis Domènech i Montaner, la que va suponer la introducción en Comillas de las nuevas formas del Modernismo ondulante que se estaba gestando en Cataluña, con Gaudí (cuyo “Capricho” ya se estaba finalizando en la misma localidad cántabra) y con el propio Domènech, profesor, político regeneracionista e investigador del arte. La obra de Domènech es precisamente la que aporta al seminario un marchamo de calidad, de vanguardia y de trascendencia...
En el centro de la fachada principal está la mencionada Puerta de las Virtudes, de bronce y con un peso total entre las dos hojas de unos 3.000 kilos y que da acceso al edificio en la fachada sur.
Su nombre se deriva de las seis figuras femeninas que adornan sus hojas. Cada una de ellas muestra un atributo en su actitud o en sus manos, así como el vicio contrario en forma de animal en cada una de las peanas que las sustentan.
En el dintel de las puertas se representa la Anunciación, con María y el arcángel san Gabriel.
Se conservan los dibujos preparatorios y diseños de las virtudes, realizados por Luis Domènech (1891). El modelado debió ser realizado por Eusebi Arnau, autor igualmente de la puerta de san Jorge y el dragón. La fundición estuvo a cargo de los talleres de Masriera y Campins.
La escalera se considera el espacio más espectacular del conjunto.
Domènech consigue aunar arquitectura con las potentes arcadas que sostienen lateralmente los muros. Destaca la escultura en piedra en capiteles, balaustradas y enjutas, así como la talla en madera del propio artesonado y la pintura mural de los muros laterales. Las vidrieras de las ventanas y cúpula aportan la luz.
La imaginación se desborda enlas gárgolas, atribuidas a Alfons Juyol (1860-1917), que representan animales reales y fantásticos, y que soportan las columnas en las que se apoya el complejo artesonado, entre las que se admiran los escudos nobiliarios de los promotores en lienzo y madera.
El Paraninfo, convertido en gran sala de reuniones de la Fundación Comillas refleja su sencillez espacial, adornandose con la calidad del maderamen del piso y el zócalo, la decoración de los muros, imitando sillería de fondo dorado (con hojas de aca nto, higuera y vid), las vidrieras, una balconada volada a medio muro, y las pinturas murales sobre lienzo de Eduard Llorens, que acababa de realizar la decoración del salón de trono d el palacio de Sobrellano. Su iconografía es compleja pero a la vez muy didáctica.
A partir de 1900, comienzan a llegar a Comillas –e n ferrocarril hasta Torrelavega y luego e n carretas– grandes obras diseñadas o realizadas por los grandes artistas del momento: los pintores Eduard Llorens, Joseph María Tamburini, Joan Llimona; los escultores Roig Soler, Eusebi Arnau, Alfons Juyol; los vidrieros Rigalt y Amigó; los fundidores Masriera y Campins; el ceramista Vicente Ros; el creador de mosaicos Mario Maragliano…
La 3ª fase del proyecto de restauración de este edificio, con un alto grado de deterioro, creado por el primer Marques de Comillas para la Compañia de Jesus, como Seminario Pontificio , será la rehabilitación de la Capilla Publica, toda una obra de arte, tanto en su interior (con 16 altares) como exterior cuya fachada esta cubierta integramente por mosaicos.
Diferentes detalles de la Capilla Pública, asi como del claustro en el que inicialmente se construyó un aljibe que en esta restauración se decidió eliminar por los graves problemas de humedades que creaba, aprovechandose su espacio para diferentes salas, entre ellas, algunas para exposiciones.
Gracias a las gestiones de Marilo ante el Director General de la Fundación Comillas, Ignacio Gaviria, Quercus G.O., tuvo e l privilegio de poder subir a la torre del reloj, pasando por los nuevos espacios, para el estudio, creados sobre el viejo Seminario Mayor. Desde este espacio habilitado para descanso, se observan, aspectos del patio, claustro y Capilla, así como privilegiadas vistas del exterior. Uno de los detalles que mas pueden llamar la atención es el reloj, bien visibles desde fuera del Seminario. Evidentemente es un moderno diseño que desde el exterior se ve con la esfera negra, pero que desde su interior, al ser de cristal se ve el paisaje que esta de frente y la numeración y agujas invertidas, pero que al proyectarse sobre las paredes (se va moviendo la sombra, según lo hace el sol) se convierte en varios relojes.
La historia de este magno complejo, ahora reconvertido tras su adquisición por el Gobierno de Cantabria para estudios y difusión de la lengua española, así como de la cultura hispánica, con la inestimable ayuda e impulso del Gobierno, presidido por Rodríguez Zapatero, se remonta a diciembre de 1890, cuando se creó el erigido bajo el pontificado de Seminario de San Antonio de Padua de Comillas,León XIII . En sus inicios era un seminario católico para la formación de candidatos al sacerdocio, promovido a instancias del padre jesuita Tomás Gómez Carral (1837-18el 98) y construido por su patrocinador, Antonio López y López (1817-1883), primer marqués de Comillas, y su hijo Claudio López Bru (1853-1925), segundo marqués de Comillas, que continuaría la labor de su padre. Su disciplina interna y calidad académica hicieron de él un lugar en el que confluyeron un importante número de vocaciones sacerdotales procedentes de todas las diócesis españolas, hispanoamericanas y de Filipinas. Paulatinamente y ante el aumento de su actividad, se fueron agregando nuevos edificios a los ya existe ntes: Seminario Mayor (1882), Seminario Menor (1912), Colegio Máximo (1944) y el Colegio Hispanoamericano (1946). El 19 de marzo de 1904, el Papa San Pio X concede al Seminario Pontificio de Comillas, por medio del Decreto "Praeclaris honoris argumentas", la facultad de conferir grados académicos en Filosofía, Teología y Derecho Canónico, convirtiéndolo en Universidad Pontificia. El 24 de enero de 1969, Pablo VI autorizó y refrendó mediante carta al Gran Canciller el traslado a Madrid de la universidad y su apertura a la enseñanza de seglares. Luego llegó el declive, al cesar la actividad, los Jesuitas trasladaron la gran e importante biblioteca, asi como importantes colecciones, a la sede de Madrid de la Universidad Pontificia de Comillas, vendiendo el inmueble y sus fincas.
En la actualidad el enorme complejo de edificios originales ubicados en un lugar privilegiado de la villa cántabra, están en pleno proceso de una costosísima restauración, lo mas fiel posible a lo original, con el fin de rehabilitar el Seminario Mayor, el edificio con mayor calidad arquitectónica, y establecer en él el Centro Internacional de Estudios Superiores del Español (Ciese), que se pretende sea referente internacional para la investigación y aprendizaje a profesionales, investigadores y estudiantes de la cultura hispánica y la lengua española. Así mismo, los edificios del Seminario Menor y el Edificio Máximo de la antigua Universidad Pontificia fueron elegidos para albergar la futura sede del centro de la Fundación Comité Español de los Colegios del Mundo Unido en España.
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