
Resulto imposible conseguir aparcar en Amalfi y buscar un lugar para
comer, asi que cogimos la única via de salida hacia la 

163, el tunel por
debajo y entre las viviendas del pueblo, para acercarnos a Positano a pocos kilómetros o parar en ruta, pues no faltan restaurantes donde comer y al tiempo, contemplar este paisaje.
 Positano, dada su posición protegida por los Montes Lattari y su belleza, era  conocida desde los tiempos de los romanos como demuestran los restos de algunas  villas romanas.
Situado sobre una ladera de una empinada 
montaña, sin un orden premeditado, se  suceden las distintas callejuelas y las pequeñas placitas a 
las que se pueden ir  accediendo por numerosos escalones. El tiempo se para, no hay prisa por  recorrerlo.  
Tanto Amalfi, como Positano  y Ravello, han sido destinos vacacionales  de primer orden,  elegidos por la «jet set» norteamericana de mediados del siglo  XX.
Los  municipios de la costa están conectados por la famosa c
arretera estatal   163, estrecha y con muchas curvas y con unos precipicios y acantilados  que quitan el hipo., sobre todo por los sustos que te llevas cada vez que te cruzas con otro vehiculo.
Dejamos Positano y tomamos la ruta de la 145, para atajar y llegar a Sorrento a media tarde por lo que dejamos Capri,  la que dicen es la isla con mas "glamour" del Mediterraneo, para otra ocasión dado que, ademas, el tiempo no acompañaba y para paisaje nos bastaba y sobraba con lo recorrdo y teniamos por 

delante, 
Sorrento.
El municipio de Sorrento cuenta con unos 17.000 habitantes y se encuentra en la costa septentrional de  la península del mismo nombre.
Es un popular destino turístico y si no se quiere hacer el recorrido que nosotros hemos realizado en coche, se puede llegar, igual y mas fácilmente desde Nápoles y Pompeya,
Tiene vistas al golfo de Nápoles, y es un lugar clave de  la Península  Sorrentina, con muchos miradores desde donde ver Nápoles (visible a través  de la bahía) y el Monte  Vesubio.
La otra forma de llegar es kla que nosotros hemos elegido, utilizando la estrecha carretera que conecta Sorrento y Amalfi, serpenteando por  los más altos acantilados del Mediterráneo.
Ferry y aerodeslizadores parten  hacia Nápoles, Amalfi, Positano, Capri  e Isquia.
Los acantilados de Sorrento  son impresionantes y sus lujosos hoteles han atraído a famosas personalidades.
Descansando un rato en la zona del puerto, viendo el ir y venir de gentes, turistas principalmente que llegan en los ferrys o cruceros y tomando un sabroso helado, nos despedimos de esta fantastica 
Costa Amalfitana, zona que ha sido destino turístico desde la época del Imperio romano.
Numerosos  artistas y personalidades públicas han escogido esta costa como área de recreo,  entre ellos Giovanni Boccaccio (que alude a ella en el  Decamerón), Richard Wagner (que se  inspiró en Ravello para crear la  escenografía de Parsifal), M.C. Escher,  Greta Garbo o John Steinbeck (que en  1953 escribió Positano, una  novela en la que caracteriza dicha localidad). En Amalfi el dramaturgo y poeta  noruego, Henrik Johan Ibsen escribió sus obra más  importante, Casa de  muñecas (1879). Además, en Maiori,  Roberto  Rossellini, uno de los directores más importantes del neorrealismo, rodó  varias películas como Paisà  (1946), La macchina ammazzacattivi, Viaggio in Italia (Viaje en Italia) con Ingrid Bergman. En el  2007 la hija de Roberto, la actriz Isabella Rossellini, fue nombrada ciudadana  honoraria de Maiori y modestamente, nosotros mismos.
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