De Aquí para Allá, por Italia V : De Nápoles a Roma pasando por Monte Casino y Tivoli

Hemos cumplido, mas o menos, con el programa que habíamos realizado nosotros mismos, al llegar a Napoles. En estos cinco días, además de la ciudad, visitamos el Vesubio, Torre Greco, Ercolano, Pompeya y de Salerno a Sorrento con Amalfi, Positano y otros maravillosos pueblos, recorrido toda la Costa de Amalfi, bañada por el mar Tirreno. Regresamos de la gira y hacemos las ultimas visitas a esta ciudad, de la que he de decir que, me voy con ganas de conocerla algo mas. Me gusta y desde ahora desecho muchos de los tópicos o estereotipos que había leído o escuchado. Si, es verdad, en muchos aspectos da sensación de abandonada y sucia. También es cierto que circular en coche es una locura, da sensación de estar en medio del caos y lo sufrí directamente, una moto de las mil que tienes a tu alrededor, me embistió realizando uno de esos clásicos zigzag, entre cientos de vehículos atascados a la entrada. Si es cierto que hay mucha picaresca y también lo comprobe con un taxista, en un restaurante y con los grupos que controlan los aparcamientos de zona azul, ante la pasividad de la policía local. Por lo demás, no vi inseguridad y sí sentí una ciudad alegre, con gente que sale a la calle a disfrutar de los bares, pizzerias, del paseo marítimo, de la noche, de sus plazas, yo mismo pasee por sus callejas solitarias, una mañana de domingo bien temprano y disfrute de esa ciudad, en ese momento solitaria. Sí, repito, me gustó Napoles y tiene un gran potencial turístico. Y dejo algún ejemplo, de lo mucho mas que tiene para ver, añadiendo un poco mas de lo que puse el otro día y sabiendo que dejo mucho sin poner, así que te invito a que lo descubras tú mismo. Lo veras cada vez que entres o salgas de la ciudad o del paseo marítimo, es el Castillo Nuevo, también llamado Maschio Angioino. No tiene pérdida, esta a un paso de la Plaza del Municipio. El Castillo Nuevo (Castel Nuovo), es la edificación más representativo de la Ciudad. La fortaleza fué construida por arquitectos franceses entre 1279 y 1282, todo un record ¿verdad? para una construcción de este tipo. Alfonso I de Aragón siguió el ejemplo de sus predecesores y fijó la residencia real en Castel Nuovo realizando la obra de alzar en el exterior, entre la torre de Guardia y la de Medio, el grandioso Arco de Triunfo para celebrar su victoriosa entrada en Nápoles. Con los Aragoneses, pasa el castillo a ser la fortaleza de la Edad Moderna y pierde el carácter residencial que tenía, así como la zona que rodea el castillo en la época angevina. La estructura de la construcción aragonesa resulta más maciza que la angevina y la actual es un reflejo bastante fiel de ella como resultado de los trabajos de restauración de principios de siglo. Ya que estamos por aquí nos acercamos hasta la Plaza del Municipio y allí esta lo que había visto de pasada, la primera noche que pasamos en Napoles, pero estaba ya cerrada y la volví a ver días después, justo antes de volver para Roma. Se trata de la Galleria Umberto I. Uno de los centros comerciales mas fantásticos y hermosos que he podido ver, en ccualquiera de los muchos sitios que he visitado por el mundo. La Galeria Umberto I es una de las mayores atracciones turísticas de Nápoles. Se trata de un amplio espacio acristalado inundado de luz donde se ubican tiendas, restaurantes y bancos. Cercano a la plaza tiene cuatro entradas y es visita obligada si visitáis Nápoles, el Napoles sorprendente, como sorprendente es ver que una buena parte de uno de sus grandes edificios interiores es de Zara. Siglos después sigue habiendo palpable presencia española en esta ciudad. . . . . . . . . . . Y nos vamos con dos imagenes del Napoles Histórico-Monumental, de las muchas que podria poner junto a otras de recuerdo del hotel como una comida en la terraza del habitación con la incomparable vista a la bahia napolitana y el Vesubio y tomando el coche saliendo del Royal Continental, un excelente hotel con buenas instalaciones, servicio eficiente y amable y, por lo tanto muy recomendable. Y de aqui a Roma, con alguna que otra parada intermedia, por ejemplo en Cassino, pues era ya la hora de comer. Cassino nos sonaba, como a casi todo el mundo, la "Batalla de Montecassino" (también conocida como la Batalla por Roma y la Batalla por Cassino) fue una serie de cuatro duras batallas durante la Segunda Guerra Mundial, peleadas por los Aliados con la intención de atravesar la Línea Gustav, y tomar Roma.Pero, quizas, la gran mayoria de los mortales desconozcan que en este pequeño pueblo, entre Napoles y Roma, esta la famosa "Abadia de Monte Cassino". Se trata de un monasterio fundado por San Benito hacia el año 529 de la era cristiana, surgió sobre la base de una preexistente fortificación romana en un monte del municipio de Casinum; sobre este monte aún se ejercía el culto pagano dedicado a Apolo pudiéndose encontrar un pequeño bosque con una área anexa para los sacrificios. El pueblo con mucho moviento, con casas de no mas de cuatro altura, parece agradable. Es un pequeño pueblo a unas 80 millas al sur de Roma-en la región del Lacio- que alberga varias reliquias sagradas y el monasterio de San Benito (480-543), el santo patrono de Europa y el fundador del monaquismo occidental. Aparte de su historia religiosa, tengo que decir que es el lugar donde mejor hemos comido de todo el recorrido. Tiene bastantes locales-restaurantes, muchos de comida rapida. Evidentemente no conociajmos ninguna y no teniamos ninguna referencia. Asi que aprovechando que pudimos aparcar en una de sus centricas calles, vimos un moderno local y ahí nos quedamos. El bar-restaurante se llama "Merum Jzz Bar y el menú: Ensalada, espaguetti con tomate natural cigalas y almejas y para mi, espaguetti y solomillo. Todo rico y lo que tambien es importante, a. un precio que ya no recordaba se podia dar por Italia. Reanudamos viaje, con destino a Tivoli y conocer "Villa Adriana". Llegamos procedentes de Cassino, por la Autostrada que es una buena autopista, no muy cara, y siguiendo las indicaciones del mapa y los indicadores de la carretera, entramos directamente en esta ciudad ubicada en una colina. . La antigua Tibur, o actual Tivoli, es una ciudad del Lacio, en Italia, en la provincia de Roma, con unos 55.500 habitantes. Está en la orilla izquierda del río Aniene (antiguo Anio) al noreste de Roma. Fue una localidad romana de gran belleza por su paisaje agreste, de bosques escalonados y cascadas, lo que le daba un clima más fresco que en la sucia y populosa Roma. Se convirtió en lugar favorito de veraneo en los tiempos del Imperio romano. En ella tuvieron sus villas muchos personajes romanos, entre los que cabe mencionar al emperador Adriano y al poeta Quinto Horacio Flaco (65-8 a. C.). La visita a Tivoli evidenció lo que ya habiamos leido y es que los romanos, se lo sabian "montar" muy bien. Este idílico lugar contaba con grandes parques, jardines, piscinas, lagos, rios artificiales, bibliotecas, gimnasios, saunas y en fin todo lo necesario para pasar los veranos , en los que no faltaban las Bacchanalias o sea, las bacanales. En el mundo griego y romano, las bacanales eran fiestas en honor a Baco. En definitiva una visita sumamente agradable y tranquila, con muy poca gente haciendo el recorrido, por que para aglomeraciones ya nos espera Roma, a la que llegaremos en una hora aproximadamente, pues aqui hay que empezar a contar con el trafico de entrada y de la ciudad, en donde pasaremos los dos últimos dias del viaje.