La noticia era recogida por la edición matinal del diario ABC que recibió la información del trágico suceso a las 4,30 de la madrugada del 18 de agosto de 1960. La información aún no desvelaba la magnitud de la tragedia en la que perdieron la vida 18 personas, la mitad niños de corta edad, desapareciendo el pueblo de Reocin.
Los Ayuntamientos de Torrelavega, Cartes y Reocín se han sumado al emotivo homenaje que se ha celebrado en memoria de las dieciocho víctimas de la mina de Reocín que perecieron hace 50 años en la 'catástrofe minera más importante de la historia de Cantabria', el 17 de agosto de 1960.
En virtud de este acto los familiares de las víctimas de la tragedia, entre ellas se encontraban nueve niños de corta edad, se han reunido en la Viesca frente a una palmera, uno de los pocos elementos de la zona que resistió el tremendo alud de tierra que provocó el derrumbe de 100.000 toneladas de lodo, fango y tierra y enterró varias viviendas, según se ha vuelto a recordar en el transcurso de la ceremonia.Los alcaldes han querido que el protagonismo del acto lo tuvieran los familiares de las víctimas, y los discursos han sido breves y emotivos. 'No queremos hoy protagonismos, para no remover el dolor de toda una comarca pero, por respeto a la memoria de estas 18 víctimas, pensamos que era necesario que tuvieran un homenaje', ha dicho la alcaldesa de Torrelavega, Blanca Rosa Gómez Morante.
Por su parte, el alcalde de Cartes, Saturnino Castanedo, ha pronunciado unas breves palabras aludiendo a que lamentablemente 'apenas existe constancia en archivos documentales de aquella tragedia', y ha destacado el compromiso de ir 'recuperando esa memoria y reconciliarnos con ese silencio cruel que se ha guardado durante todos estos años'.
En el homenaje también ha estado un representante de Asturiana de Zinc S.A.- progenitora de la Real Compañía Asturiana de entonces-, el arquitecto que ha diseñado el monumento en memoria a las víctimas, Eduardo Fernández Abascal, y miembros de las corporaciones municipales de los ayuntamientos.
El momento más difícil de este acto se ha producido cuando, tras las palabras de los alcaldes, un superviviente a la tragedia, en la que pereció su padre cuando él sólo era un bebé, ha relatado su historia y otra superviviente del alud, que también perdió a miembros de su familia en la catástrofe, ha leído un poema escrito con sus propias manos que ha emocionado a todos los presentes.
Tras estos testimonios vivos del dolor se ha procedido a colocar una corona de flores a la palmera que sobrevivió a la tragedia y se ha presentado a las familias el conjunto escultórico que representará, en el tiempo, este homenaje póstumo a las víctimas. 18 prismas de zinc que representan a cada uno de los fallecidos y tendrán distintas alturas en referencia a la edad de cada víctima, entre las que hubo niños, mujeres y hombres.
El sonido del violonchelo del director del Conservatorio de Música, David Cubillas, ha sido el motivo musical que ha envuelto el acto cargado de sentimiento en recuerdo a las víctimas de una de las mayores catástrofes mineras que se recuerdan. La primera ceremonia de una serie de homenajes que se realizarán con este motivo.
(fuente: web municipal Ayuntamiento de Torrelavega, www.torrelavega.es)
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