lunes, 21 de julio de 2008

La Chica, el Antonio y mi hermano Jesu (el maeztro) siguen por ahi. II Crónica: Reencuentro con el Mekong.

Por ahí siguen estos tres intrépidos viajeros. En la anterior etapa, nos comentaron sus experiencias por Tahilandia y Vietnam. Paseos en elefante (realmente y como dice Antonio, acojona) y agua, mucha agua llegada de los cielos. Asi que continuan sus periplo por el Sud Este asiatico, sin mayores problemas, segun parece. Aqui dejo la 2ª cronica de estos tres personajes, (uno de ellos de Torrelavega de toda la vida, Jesus Peña) creo que ya famosos por esos lugares, en donde les reconocen y recuerdan de su anterior viaje. . .
II Crónica:Reencuentro con el Mekong. Cuando llegamos a la frontera fluvial con Laos al norte de Tailandia decidimos que era mucho mejor atravesar el monstruo en patera y arreglar todas las formalidades del visado y del barco lento que al día siguiente tomaríamos río abajo y que durante dos días nos llevaría hasta Luang Prabang. Los laosianos dicen que el Mekong es para ellos como el sistema circulatorio del cuerpo, sin el estarían todos muertos. Les da la vida. Yo creo que los camboyanos y los vietnamitas opinan lo mismo.
El primer día el encanto del barco lento se perdió un poco porque nos hacinaron como sardinillas en lata. De hecho a La Chica le dio un medio yuyu. Yo creo que tambien influyo un poquillo la resaquilla de los dos o tres lao-lao (Whisky de arroz fermentado) que nos tomamos la noche anterior. Como por estos lares todo se resuelve con éxito y con calma, llegamos a Pak Beng (Una aldea maravillosa en medio de la selva que es como el Macondo de Cien años de soledad de Gabriel Garcia Marquez) despues de 6 horas de navegacion rio abajo. El rio, mas estrecho por esta zona pero siempre majestuoso, discurre entre montanyas recubiertas de selva tropical monzonica con una fuerza que a veces te da un poquillo de miedo por los remolinos que se forman, los enormes troncos que va arrastrando, las rocas que aparecen en el medio del cauce, las islas…
De vez en cuando aparecen cuatro chozas en medio de la naturaleza. En alguna ocasion el barco para para recoger a algun pasajero que se traslada con un saco de arroz o unos pollos a una aldea vecina, o para cargar tablones de teca…Las estampas del rio de niños banñandose, hombres pescando con unas artes de pesca increibles o mujeres lavando son dificiles de borrar de la mente, sobre todo su sonrisa y su cara de humildad. El segundo dia tuvimos mucha mejor suerte ya que nos toco la zona VIP del slow boat: Cervecita fresca al ladito, un espacio increible para nosotros solos, al final la señora del bar nos invito a probar unas tapitas, lo que ella se habia preparado para comer… O sea zona very very VIP. Eso supuso que disfrutaramos doblemente el viaje hasta Luang Prabang, esta ciudad colonial francesa declarada patrimonio universal de la humanidad por la UNESCO.

Y en este punto dejo de transcribir la cronica, mañana seguire con otro capítulo de este interesante periplo por el sud este asiatico, por que me costa que a mas de uno, les esta intersando, hasta el punto de querer hacerlo.

No hay comentarios: