martes, 28 de julio de 2009

Por "La Tierra de los Dioses y de Melina Mercouri " cap. X: El saqueo artístico británico y Las Islas Cicladas .De Aquí para Allá,

Antes de embarcar y en el trayecto de Kalambaka a Atenas, pude hablar bastante rato con la guia Artemisa Scomburdis, sobre música y sobre algunos de los personajes actuales que mas conocemos en España y repito lo que ya dije, que me interesa tanto o mas que los personajes históricos y mitológicos, los de ahora mismo, los que la sociedad actual del S.XXI, tienen como referentes, los que conformaron y forman la actual sociedad de este país, algunos ya fallecidos, pero cuyo recuerdo permanece bien fresco entre los Griegos. y así recordamos a una mujer, la primera que llego a ser Ministra de un gobierno griego, Melina Mercouri.
Aunque aprovechola ocasion de hablar de este personaje de la moderna historia griega, para escribir sobre el tema del saqueo perpretado por piratas y ladrones, de la herencia histórica de muchos pueblos, como es el caso de Grecia
Nacida en Atenas el 18 de octubre de 1920, Melina Mercouri, falleció en Nueva York un 6 de marzo de 1994. Su profesión fue la actriz y cantante, pero también fue una activista política. Miembro del Parlamento Helénico y, en 1981, se convirtió en la primera mujer en Grecia en ocupar el puesto de Ministra de Cultura. Mercouri se volvió popular internacionalmente cuando actuó en el filme de 1960 "Nunca en domingo", dirigida por Jules Dassin, por el cual obtuvo una nominación al Oscar a la mejor actriz.Tras esta pelicula se caso con este director norteamericano, uno de los directores más radicales de Estados Unidos y un nombre esencial a la hora de hablar de cine negro. De filiación comunista, por lo que sufriendo la persecución de McCarthy, se vino a Europa, donde conocio a M. Mercouri, trabajando juntos en el musical "Illya Darling", por el cual ella recibió una nominación a los Premios Tony. Protagonizó otras películas como "Phaedra", "Topkapi" y "Gaily".
Melina Mercouri se retiró del cine en 1978. Su última película fue "Un sueño de pasión", la cual, al igual que la mayoría de los filmes en los que actuó, fue dirigida por su esposo. En 1980, protagonizó la producción griega de la obra "Dulce pájaro de juventud". Como cantante, una de sus primeras canciones fue "Hartino to Fengaraki", escrita por Manos Hadjidakis y Nikos Gatsos. La canción fue parte de la producción griega de la obra "Un tranvía llamado Deseo", la cual ella protagonizó como Blanche DuBois. La primera grabación de la canción, considerada por muchos como legendaria, fue realizada en 1960 por Nana Mouskouri, aunque en 2004 la compañía discográfico Sirius, creada por Manos Hadjidakis, publicó una grabación que Mercouri realizó para la televisión francesa en los años 1960. Otras grabaciones de Mercouri como "Athena ma Ville" y "Melinaki" fueron populares en Francia. Durante los años que permaneció en Francia debido a la dictadura en Grecia, Mercouri grabó cuatro álbumes, uno en griego y tres en francés...
Su activísimo político es lo que realmente me ha impulsado a recordarla, aprovechando este viaje. En varios momentos, cuando visitaba los lugares históricos y sobre todo Atenas y la Acropolis recorde lo que había leído y seguido por la prensa: Su batalla y beligerancia para que los británicos devolvieran a Grecia, lo que habían robado. Piezas de incalculable valor crematístico, pero sobre todo histórico y que de manera obsecena exhiben en el Museo Britanico de Londres, como si fuera suyo. Para mí es algo que me resulta incomprensible, injustificable y desde luego que intolerable. Y esto en nuestro idioma se llama robo y saqueo y a los que lo han perpetrado, sencilla y llanamente, se les llama ladrones y piratas y es lo que hicieron y, por lo tanto, es lo que son los que se oponen a su devolución.

Como leo en un artículo, publicado en 2006, de Lisandro Otero, titulado “El saqueo artístico”, “Quizás un día, en un universo realmente civilizado, los raptores de la memoria de los pueblos devuelvan su expolio a sus legítimos propietarios.

Este mismo artículo me sirve de referencia para explicar lo que sucedió con los mármoles del Partenón.

…’’Estos fueron saqueados en 1823 por el entonces embajador de Su Majestad Británica, lord Thomas Bruce, conde de Elgin y Kincardine, quien obtuvo autorización del Sultán otomano para desencajar las esculturas del frontón del Partenón. Durante su traslado a Inglaterra uno de los buques se hundió perdiéndose un inestimable acervo de frisos y metopas.

Lord Elgin se vio forzado a vender sus mármoles, en 1816, al Museo Británico por una ridícula suma.

La primera reclamación de las autoridades griegas fue realizada tras su independencia en 1829. Pero El Museo ha denegado las reiteradas solicitudes pese a que importantes figuras del parlamento, la política, cine y el teatro las han venido respaldando, destacando la actividad desplegada por Melina Mercouri, quien obtuvo el respaldo de las mas importantes organizaciones internacionales, como la UNESCO.

El diario Daily Telegraph, reveló los resultados de una consulta pública donde se demostraba que el pueblo británico aprobaba mayoritariamente la devolución de su patrimonio cultural a los griegos, a lo que Neil McGregor, director del Museo Británico, dijo con la clásica arrogancia colonialista que los mármoles del Partenón, sobrenombrados Elgin en memoria de su raptor, jamás serán devueltos, concluyendo jactanciosamente que los mármoles se hallan mejor en su actual ubicación.”

Unos días antes de llegar a Atenas para el realizar el viaje que vengo relatando bajo el título “De Aquí para Allá por la Tierra de los Dioses”, se inauguraba el nuevo Museo de la Acrópolis, una moderna instalación creada con el principal objetivo de albergar los 160 metros de mármoles, que se encuentran en Gran Bretaña desde 1801.

El nuevo Museo, a tan sólo 400 metros del Partenón y a unos pasos de la Embajada de España, abrió sus puertas a finales de junio, tres décadas después de anunciarse su construcción.

Antonis Samaras, ministro de Cultura griego, hizo lo mismo que la persona que ocupó este cargo, Melina Mercouri, pedir a Gran Bretaña "que considere especialmente al Museo de la Acrópolis como el lugar más hospitalario para los mármoles Elgin".

La razón en contra para su devolución era que Grecia no contaba con un museo para albergarlos. Ahora esa justificación no tiene validez. El Museo de la Acrópolis ya es un hecho", subrayó Samaras.

Sin embargo, Neil MacGregor, director del British Museum, volvió a rechazar el pedido de Grecia y afirmando, con un cinismo absoluto, que la institución británica "tiene la responsabilidad de preservar la universalidad de los mármoles, y protegerlos de cualquier símbolo político nacionalista".

Sin embargo, la explicación la da, certeramente, el Daily Telegraph, si el museo londinense acepta devolver los mármoles a Atenas, podría verse "inundado" de pedidos para devolver otros objetos y piezas históricas "robadas o extraídas en su mayoría durante los siglos XVIII, XIX y principios del XX de un buen número de países.

RUMBO A LAS CICLADAS . . . . . .
Embarcamos en Atenas para pasar unos días en el mar Egeo (nombre que viene del legendario rey Egeo de Atenas, quien, al creer que su hijo Teseo había sido devorado por el Minotauro en su laberinto, se arrojó a este mar desde el Cabo Sunión) y conocer algunas de las Islas Cicladas, un archipiélago griego situado en el centro del mar Egeo. Su nombre viene a significar círculo, debido a la peculiar distribución del archipiélago, que parece extenderse como un círculo en torno a la sagrada isla de Delos (patria de los dioses Apolo y Ártemis), en contraposición al resto de las islas del Egeo a las que llamaron Espóradas ( dispersas). Las islas son la cuna de la civilización cicládica, datada entre el final del neolítico y los primeros tiempos de la Edad del Bronce (aproximadamente entre los años 3.300 al 2.000 a. C. La cultura cicládica es conocida por sus estatuillas femeninas, de formas esquemáticas y planas, esculpidas en mármol puro de las islas. En la época medieval las islas estuvieron dominadas por los venecianos, por lo que aún queda una pequeña minoría católica, una de las pocas en Grecia, país de mayoría ortodoxa. Tampoco tengo por que esconder, que el interes de este crucero, no era solo cultural, sino tambien relajante y turístico-festivo. Aquí van algunas imágenes.
. . . . . . . . . . El "Cristal" de la Louis Cruise Lines, atracado en el puerto de Mykonos, desde donde partimos caminando, bordeando la bahía y adentrandonos en estrechas calles, imposibles de transitar por los cientos de turistas que se agolpaban en ellas, fotografiando sus peculiares casas, edificaciones, capillas e iglesias, tuvimos la fortuna de parar en un bar que disponia de un pequeño balcón, apto solo para dos mesas y no mas de cuatro personas, justamente desde donde esta tomada la foto, en la que se ve a cientos de personas esperando el gran acontecimiento de cada día. Ahí nos quedamos tomando un refresco y esperando lo que se avecinaba, uno de los espectáculos mas bonitos que nos podíamos imaginar. La puesta de sol en Mykonos. . . . . . . . . . . . . . La blancura de los Cinco Molinos de Viento (en la parte oeste de la ciudad), que representa uno de los paisajes más conocidos y donde actualmente se ven mayor cantidad de flash de máquinas fotográficas que grano o trigo, gracias a su original estética y además al Noreste de los molinos de viento, se encuentran edificios construídos a la orilla del mar con los balcones que tocan el romperse de las olas, por este motivo es llamada "Pequeña Venecia". Es este el barrio de los artistas y uno de los lugares más estratégicos para ver ocultarse el sol.
Caminando de regreso hacia el puerto, donde se encontraba nuestro barco, recogimos la última imagen de esta bella isla ciclada, Mykonos.

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