“Dada la contextura democrática de Torrelavega”, escribe Víctor de la Serna, “sus instituciones de cultura debían de ser forzosamente populares”. Efectivamente, en 1892 Hermilio Alcalde del Río (1866-1947), pintor, escritor, etnógrafo, prehistoriador -descubrió numerosas cuevas rupestres- y pedagogo fundó la Escuela de Artes y Oficios con el propósito de instruir a la clase obrera y de sembrar la semilla del arte.
Los resultados no se hicieron esperar: carpinteros, canteros, albañiles, cerrajeros y artesanos del mueble llegaron a ser artistas plásticos de renombre. Algunos, como Ciriaco Párraga, hijo de un carpintero y una modista, y Eduardo Pisano, floricultor, alcanzaron justa fama más allá de las fronteras locales. En 1927, “hombres de mandil y de vara de medir”, tenderos ilustrados, fundan la Biblioteca Popular, donde los lectores, además de leer a los clásicos, tenían el raro privilegio de verlos en persona. ( Foto archivo Jignape, edificio de la Biblioteca Popular "Gabino Teira)
Más de una vez vieron al mismo Miguel de Unamuno, enteramente vestido de negro, cruzar el umbral del salón de lectura. Por su tribuna literaria desfilaron Víctor de la Serna, Rafael Alberti, Cossío, Unamuno, José del Río Pick, Jesús Cancio, José Luis Hidalgo… Y en su recoleta sala de exposiciones, al calor de una estufa de serrín, contemplaron la mejor pintura de Gutiérrez Solana (aún se recuerda con sobresalto su impresionante obra El fin del mundo), de Qui rós, de Sunyer, de Eduardo Vicente…
(Foto de una de las salas de lectura de la Biblioteca Municipa) Actualmente, Torrelavega prosigue con la Escuela Municipal de Artes Eduardo Pisano la tarea educadora de Alcalde del Río, mientras la Sala Municipal de Arte Mauro Muriedas y el Centro Nacional de Fotografía José Manuel Rotella llevan a cabo una programación expositiva atrayente. En su política de recuperación y rehabilitación del viejo patrimonio urbano, ha sido una realidad, hace poco mas de un año (ene 2007), el nuevo Teatro Municipal "Concha Espina", enlace sentimental con el desaparecido Teatro Principal, añorado escenario de inolvidables representaciones y de deslumbrantes recuerdos, como el de Galdós y la Xirgu en escena, aclamados por el público, al final de Marianela.
De esta tradición teatral viene el gran actor Julio Núñez, nuestro cómico por excelencia. No nos olvidamos tampoco de Antonio Resines, más hombre de cine que de teatro, pero nacido
igualmente a la sombra sagrada del monte Dobra. Precisamente, el Festival de Invierno de Teatro es la programación artística con mayor aceptación popular, hasta el punto de que algunos aficionados, hasta que recientemente no se puso en marcha la venta por internet, pasaban toda una noche en la cola para conseguir una localidad y no perderse la representación de obras del calado dramático de La Celestina o El Precio, de Arthur Miller. En la actualidad y ya en el TMCE, la programación abarca la totalidad del año, con representaciones, actuaciones, ciclos, etc.
Desde Julio Boca, hasta la Orquesta Sinfónica de Kiev, pasando por Tricicle, Zarzuela, Michel Camilo u Omar Pene, la lista es interminable y la categoria internacional.
TORRELAVEGA TURÍSTICA
Su condición de enclave estratégico, encrucijada de caminos y privilegiado nudo de comunicaciones hacen de Torrelavega un sitio ideal para el viajero. Por aquí pasaron viajeros ilustres de la literatura: Galdós partía de Torrelavega, donde había hecho parada y fonda, hacia distintos puntos de la región que inspiraron su famoso libro de viajes Cuarenta leguas por Cantabria; idéntica estrategia viajera siguió Cela, si bien su paso por la vega se limitó a escuchar una pieza de
Su Iglesia de
El templo de
bra del escultor González de